Le Cabaret

Chez Licoragua

miércoles, agosto 16


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sábado, diciembre 18

Dadá

DADA es un microbio virgen.

Dadá está contra la carestía de la vida

Dadá
sociedad anónima para la explotación de las ideas

Dadá tiene 391 actitudes y colores diferentes según el sexo del presidente

Se transforma –afirma– dice al mismo tiempo lo contrario –sin importancia– grita –pesca con caña.

Dadá es el camaleón del cambio rápido e interesado.

Dadá está en contra del futuro. Dadá está muerto. Dadá es idiota. Viva Dadá. Dadá no es una escuela literaria, aúlla.


Tristan Tzara

domingo, noviembre 14

Los Ojos de Picasso



Siempre es todo ojos
no te quita ojos
se come las palabras con los ojos
es el siete ojos
es el cien mil ojos en dos ojos
es el gran mirón
como con un botón
marrón
y otro botón.
El ojo de la cerradura
por el que se ve la pintura.
El que te abre bien los ojos
cuando te muerde con los ojos.
El ojo de la aguja
que sólo ensarta cuando dibuja.
El que te clava con los ojos
en un abrir y cerrar de ojos.
El ojo
avisor
agresor
abrasador
inquisidor.
El ojo amor.
El ojo en vela
centinela
espuela
candela
el que se revela y revela.
No cierra los ojos
no baja los ojos
te quita los ojos
te arranca los ojos
y te deja manco o te deja cojo.
Luego te compone
o te descompone.
La nariz te quita
luego te la pone
después te la quita
o te pone dos.
Ojo que te espeta
que te desgarreta.
Te agranda las tetas
te hace la puñeta
te levanta el culo
te deja sin culo
te vuelve un alambre
te ensarta en estambre
te ve del revés
todo dividido
fundido
partido
cosido
raído
surcido
fluído.
Ojos animales
metales
mortales
umbilicales.
Ojos cataclismo
temblor
terremoto
maremoto
abismo
flor.
Ojos toro azul
ojos negro toro
ojos toro rojo.
Ojos.
Son el con y el sin
son el sin y el con
con esto y sin esto
tras
puestos
opuestos
crueles
molestos
el sumo y el resto.
El mundo tranquilo
pendía de un hilo
él le partió el hilo
y el desbarajuste de la gran baraja
cortó con su filo su pincel navaja.
Salta el mundo
vuela.
Hecho añicos
canta
relincha
arde en vela
se espanta.
Afuera esos ojos
quitenmé esos ojos
quién trajo esos ojos.
Yo quiero ser flor pero soy un pez.
Yo quiero ser pez
pero soy manzana.
Quiero ser sirena
pero soy un gallo.
Quiero ser la noche
y soy la mañana.
Matenmé esos ojos
mirojos
pintojos
ojos trampantojos.
Aquí la matanza
aquí la esperanza
el fusilamiento
el derrumbamiento
la paz
la bonanza.
Ojo que remonto plato
ojo que salto hecho jarra
ojo que giro paloma
ojo que remonto cabra.
Vivan esos ojos
luz para esos ojos
líneas y colores para esos ojos
todo el amor
para esos ojos
el cielo entero
para esos ojos
el mar entero
para esos ojos
la tierra entera
para esos ojos
la eternidad
para esos ojos.
Rafael Alberti

Papi



Ya no, ya no,
ya no me sirves, zapato negro,
en el cual he vivido como un pie
durante treinta años, pobre y blanca,
sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.

Papi: he tenido que matarte.
Te moriste antes de que me diera tiempo…
Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,
lívida estatua con un dedo del pie gris,
del tamaño de una foca de San Francisco.
Y la cabeza en el Atlántico extravagante
en que se vierte el verde legumbre sobre el azulen
aguas del hermoso Nauset.
Solía rezar para recuperarte.
Ach, du.
En la lengua alemana, en la localidad polaca
apisonada por el rodillo
de guerras y más guerras.
Pero el nombre del pueblo es corriente.
Mi amigo polaco
dice que hay una o dos docenas.
De modo que nunca supe distinguir dónde
pusiste tu pie, tus raíces:
nunca me pude dirigir a ti.
La lengua se me pegaba a la mandíbula.
Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.
Ich, ich, ich, ich,apenas lograba hablar:
Creía verte en todos los alemanes.
Y el lenguaje obsceno,
una locomotora, una locomotora
que me apartaba con desdén, como a un judío.
Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.
Empecé a hablar como los judíos.
Creo que podría ser judía yo misma.
Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,
no son ni muy puras ni muy auténticas.
Con mi abuela gitana y mi suerte rara
y mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,
podría ser algo judía.
Siempre te tuve miedo,
con tu Luftwaffe, tu jerga pomposa
y tu recortado bigote
y tus ojos arios, azul brillante.
Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú...
No Dios, sino un esvástica
tan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.
Cada mujer adora a un fascista,
con la bota en la cara; el bruto,
el bruto corazón de un bruto como tú.
Estás de pie junto a la pizarra, papi,
en el retrato tuyo que tengo,
un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,
pero no por ello menos diablo, no menos
el hombre negro que
me partió de un mordisco el bonito corazón en dos.
Tenía yo diez años cuando te enterraron.
A los veinte traté de morir
para volver, volver, volver a ti.
Supuse que con los huesos bastaría.
Pero me sacaron de la tumba,
y me recompusieron con pegamento.
Y entonces supe lo que había que hacer.
Saqué de ti un modelo,
un hombre de negro con aire de Meinkampf,
e inclinación al potro y al garrote.
Y dije sí quiero, sí quiero.
De modo, papi, que por fin he terminado.
El teléfono negro está desconectado de raíz,
las voces no logran que críe lombrices.
Si ya he matado a un hombre, que sean dos:
el vampiro que dijo ser tú
y me estuvo bebiendo la sangre durante un año,
siete años, si quieres saberlo.
Ya puedes descansar, papi.
Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,
y a la gente del pueblo nunca le gustaste.
Bailan y patalean encima de ti.
Siempre supieron que eras tú.
Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.

Silvya Plath


La Plata

Vos nunca me das
la plata.
Sólo me das
esos papeles tontos
y en el momento de las negociaciones
te quebrás.
Yo nunca te doy mi número,
sólo te doy el plano
de situación
y en el momento de la investigación:
me quiebro.
¿Y todos esos momento mágicos?
Antes, veía un tipo fumando
y decía:
ah! Pobre, tiene una debilidad.
Y así me bancaba su aspecto
de matón. Ahora:
gente que no conozco me duele
cuando pienso en ella. Idem:
la cara de mis amigas
cuando hablan de las ex novias de sus novios.
Tenés que estar siempre contento,
dormir
en el lado izquierdo. Pero, por favor
sin alarmas y, te lo pido,
sin sorpresas.
Alguien, como vos,
perpetúa su existencia,
reinventando la familia.
Piensa que así
se hace más joven. Pensás
en otras cosas mientras
te hablo. No me das plata,
no me das nada, mirás
para otro lado.

Marina Mariasch



miércoles, octubre 13

Henri Michaux

...

En mi música, hay mucho silencio.
Hay sobretodo silencio.
Hay ante todo un silencio que tiene que ocupar un
lugar.
El silencio es mi voz, mi sombra, mi llave... signo que
no me agota que en mí se nutre.
Se extiende, se despliega, me bebe, me consume.
Mi enorme sanguijuela en mí se acuesta.

Cuando nada llega, siempre hay tiempo que llega,
tiempo
sin altibajos,
tiempo,
sobre mí,
conmigo,
en mí,
por mí,
pasando sus arcos dentro de mí que me consumo y
espero.

El tiempo.
El tiempo.
Yo me ausculto con el Tiempo.
Me palpo.
Me pego con el Tiempo.
Me seduzco, me irrito...
Me enredo,
Me sublevo,
Me transporto,
Me pego con el Tiempo...

Pájaro-pico.
Pájaro-pico.
Pájaro-pico.
¿Qué hago aquí?
Llamo.
Llamo.
Llamo.
No sé a quien llamo.
A quien llamo no sabe.
Llamo a alguien débil,
alguien roto,
alguien orgulloso a quien nada ha podido romper.
Llamo.
Llamo a alguien de allá,
alguien a lo lejos perdido,
alguien de otro mundo.
(¿Así que mi solidez era mentira?)
Llamo.
Ante este instrumento tan claro,
no es lo mismo que con mi voz sorda.
Ante este instrumento cantarín que no me juzga,
que no me observa,
llamo, perdiendo toda vergüenza,
llamo,
llamo desde el fondo de la tumba de mi infancia que se
enfurruña y
se contrae aún,
desde el fondo de mi desierto presente,
llamo,
llamo.
La llamada me asombra a mí mismo.
Aunque sea tarde, llamo.
Sobre todo para reventar mi techo.

Para romper la tenaza tal vez,
para ahogarme tal vez,
ahogarme sin asfixiarme,
ahogarme mis piques,
mis distancias, mi inaccesibilidad.
Para anegar el mal,
el mal y los ángulos de las cosas,
y lo imperativo de las cosas,
y lo duro y lo calloso de las cosas,
y el peso y la acumulación de las cosas,
y casi todo de las cosas,
excepto el paso de las cosas,
excepto el fluido y el color y el perfume de las cosas,
y el espesor y la complicidad a veces de las cosas,
y casi todo del hombre
y tanto de la mujer,
y mucho, mucho de todo
y de mí también
mucho, mucho,
mucho
... para que pase al fin mi torrente de ángeles
...........................................................................................

en paz, en fluido, me descompone.
Mis piedras, mi muela se descompone,
mi obstinado resistente se descompone
y me extiendo hasta el dolor de los demás.
Abandonando todo respeto humano,
tranquilizo, consuelo, sano,
resucito a la muerta,
abro las puertas,
avanzo para bendecir,
hablo en nombre de todos.
Arco iris.
No más procesos.
Planto el árbol del pan.

...

sábado, octubre 9

cabaret

Mientras que voy construyendo este espacio, me pregunto cómo dar a entender la motivación de escribir toda esta arquitectura, y pensando en ello, he considerado justo declararme aburrido antes de nada. A causa de un lamentable incidente tengo que permanecer encerrado, ajeno a la calle y al movimiento, y para tener algo qué hacer, entiéndase algo constructivo, he decidido hacer esto. Sean bienvenidos, pues. Simples cortinas nos separan del mundo.